Le gustó porque era machito, galán de Corín Tellado, ronco, ojos penetrantes, apretaba fuerte la mano, lo vio y se le fue la imaginación el corazón y otras partes a un agujero negro, se convirtió en navegante de un océano agitado, sin estrellas, pedazo de madera húmedo, sacudido por las olas, restos de un naufragio de bote precario astillado, enredada entre las algas que habitaban ese mundo, sin pensar en salir a la superficie.
lunes, 20 de mayo de 2019
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