Esta vez me la ganaste Venlafax,  me solté de tu mano un mes....al principio me gustó salir de los algodones...después me empezó a doler. 

Escuché los lamentos existenciales de las personas...todos gritando entre las paredes de sus cuerpos...alaridos que desgarran su piel por dentro....

Mi cabeza estalla esperando que me dejen hablar, terminar mis frases...

El pavimento dispara piedritas, en mis manos, en el pecho. Las hilachitas de los algodones no me dejaban respirar, qué diablos, ayer me esperaste anhelante, rosada, redonda, el calor de la ansiedad me mataba, me ahogaba, el ruido del tornillo más pequeño de la micro me hacía estallar los oídos, los vehículos frenando bruscamente en la calle, me zamarrean a mil por hora...

Me ganaste, me apagaste un poco...nada más

No quiero echarle la culpa a la carencia de venlafaxina, ni al estallido social, ni al tiempo acotado de nuestros padres, no quiero oir más citas de expertos ni de intelectuales, nada más quiero que nos escuchemos, sin interpretaciones, ni críticas, escuchar lo esencial, 

Gradualmente se vio (como nosotros)

aprisionado en esta red sonora

de Antes, Después Ayer, Mientras, Ahora

Derecha Izquierda, Yo, Tu, Aquellos, Otros

El intenso Ahora, me lleva por tierras espesas😞Antes, éramos unos niños.... Después, descubrimos los colores, sonidos y sabores del tiempo. Ayer, no nos dimos ni cuenta, Mientras, los niños crecieron, los grandes envejecieron, y nosotres seguimos siendo niños malcriados. El intenso ahora me-nos tiene enredades en una soga densa y firme, creo que AHORA, es momento de hacerme ovillito, y permanecer en silencio, luchando para que me hagan un espacio y me acepten en forma horizontal, me canso, espero, les hablo, les grito, espero, me canso, espero.

Cómo mantener en mi dentror lo q se ve en mi exterior, potente la fuerza de las araucarias, potente energía q entraba por mis ojos y por mi piel, como dijo la Emi, mi despertador eran los carpinteros picoteando las cortezas de los Hualles y Lengas que acompañaban a las doñas, existe Dios me dijo una amiga, existe otra realidad, me repito, lo convierto en un mantra, en una pared q hará la sepración entre lo tóxico que encuentre a mi paso, lo escribiré mil veces, con cada respiro...

A minutos de tomar un tren, mantienen una calma imperturbable, van, compran algo en el kiosko, caminan por el andén sin prisa, sin estar pendientes de mirar la hora a cada tanto. El mundo no se acaba para ellos, tampoco pierden el bus, sólo lo abordan, nada más, no hay sufrimiento, no hay miedo, ni angustia.

Caníbales anidan dentro de mi cerebro, comiéndose la cola entre ellos, una y otra vez, una y otra vez, entonando la misma melodía desgarradora, noche y día sin descansar.