lunes, 25 de noviembre de 2019



Buscar un espacio en otro caparazón, cava agujeros de escombros, donde los años y las vivencias separan sin darse cuenta, hubo un tiempo en que creí posible, bajar de la micro y en vez de irme al diario, caminar unas cuadras más por Rossevelt y pedir una cama para dormir toda la tarde...o llorar mis desdichas sin que me viera alguien. 


Mi forma es distinta a la vuestra, (todas lo son) ahora lo que me mueve es ver a los viejos contentos, cómodos, lo demás me da lo mismo, ya lo superé, (una tarde en un café con sabor a llanto en la Diagonal) Cada uno busca y tiene sus momentos, a los viejos en teoría les queda menos tiempo, no es difícil regalonearlos, cuál es la urgencia de decir la última palabra, cuando se trata de compartir un momento de familia, de padres e hijos, cada uno de nosotros tiene su interpretación acorde a sus heridas y miedos, cómo dice Danny Collins (Al Pacino) "Hay que mantenerse fiel a uno mismo", y hasta eso es difícil, en qué momento empieza a hablar la tripa dejando de lado la esencia amorosa?

Los quiero más que la cresta, no dejemos que los miedos, heridas y desconocimiento o por el contrario el conocimiento cosntruyan murallas, no tenemos nada que ganarle al otro, venimos de la misma wata, los tres somos el espermio que corrió más rápido, no nos enredemos en semánticas y demases, vamos a lo esencial, un beso para los dos y no hueveo más

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